27.2.13

Doña Pito Piturra


Odio las peluquerías. No soporto estar dos horas oyendo cotilleos sobre la Familia Real, la petarda de turno y demás cortesanas que se las dan de modelos.

No leo revistas del corazón porque no conozco a nadie, y como tampoco veo el programa de Ana Rosa no puedo unirme al cotilleo general. Y además últimamente la chachara va sobre las desgracias de la vecina, la cuñada o el marido. Ana Rosa vs crisis. La cosa está reñida.

Pero hay veces que la pelambrera manda y ya no hay excusa alguna.

Hace 15 años que voy a la misma peluquería. Mi peluquera sabe que jamás me daré mechas, que jamás me haré algo asimétrico por mucho que este de moda y que me la rasca que se lleven las patillas cortas o las nucas largas. Y además, mi peluquera sabe que si hay algo de lo que carezco en esta vida es de tiempo.

Hora. 17:25

Saludo alegremente, dejando claro que voy un poco justa, me alejo rápida del aparato desconyuntador ese apoya nucas del lavabo y la señorita manostijera, se pone en acción. Tijera en mano y pinza para mechón en otra, se mueve con parsimonia a mi alrededor

Pensamiento: En media hora estoy en casa y me  da tiempo a hacer una tortilla para cenar.

Hora 18:00

Una clienta (a la que denominaré número 2) que yo no había visto, tose.

Estaba agazapada detrás de la máquina esa que te seca el tinte y parece sacada de los transformers. (la máquina, no la clienta número 2)  Leía tranquila la vida y milagros de alguna golfa cuando de pronto… alzó la vista y empezó a hablar.

Pensamiento: Vaya, había otro ser humano tras ese artefacto. No sé si hacer la tortilla también con calabacín o solo de patatas.

Hora: 18:20

Enfrascadas en una conversación en la que no hay piedad con la infanta Cristina. Mi peluquera suelta las tijeras y gesticula con ahínco acentuando su indignación. Mi mirada pasa de la tijera al rulo, y del rulo a la tijera. Ansío tener rayos X en los ojos para desintegrar a la clienta número 2.

Pensamiento:  Matar a la vieja, pero ya.

Hora: 18:45

La infanta Cristina ha quedado reducida a una perra sinvergüenza que como tantos otros se dedican a robar a los Españoles. Ahora hablan la nueva peluquería que ha montado al lado una sudamericana, que compra los productos a saber dónde.

Pensamiento:  Si la sudamericana se fuera a Quito a por agua oxigenada no tardaría tanto como tú.

Hora: 19:05

La  Clienta número 1, osea yo, se atreve a apremiar timidamente a la peluquera. Como respuesta a su comentario recibe un chorro de agua pulverizada de un flu flu de esos para que no se te seque el pelo.

Pensamiento:  Asumo que nunca voy a salir de allí.

Hora: 19:25

Salgo de la peluquería. La tortilla ha dejado de ser española y ha emigrado a Francia. Pensamientos del tipo “alunizar” mi hyndai en los cristales del establecimiento me parecen tan sugerentes que me preocupo gravemente por mi estado mental.

Si, y lo peor es que que además me han dejado el pelo como Gloria Fuertes. Pero cualquiera decía algo, el Papa estaba recibiendo su merecido por dejar tirada a la comunidad Cristiana. Y ese tema da para mucho, mucho, mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Otros recomiendan