18.2.13

Ande yo caliente ríase la gente





Meneo la taza de menta poleo con la bata puesta mientras veo en el telediario que al día siguiente va a caer la mundial en Madrid y en el resto de la península.

Cojonudo, pienso, por que me toca estar súper temprano en un polígono industrial donde cristo perdió el mechero.

Pulso el icono del tiempo del iphone esperando un milagro, pero no… que nieva, joder, qué va a nevar!

Cuando a las siete y media de la mañana un engendro soñoliento (servidora) se apoya en una barra del metro intentado no dormirse vislumbra entre la multitud humana un cacho carne. Y no un cacho carne cualquiera, si no un cacho carne terso, tonificado y me atrevo a decir que hasta moreno.

Abro los ojos todo lo que puedo y me encuentro frente a mi a una tenageer. No pasará de los 16 años. Me río yo de Mr. Freeze. Esta chavala es mi puñetera heroína! Allí esta, con su falda del cole que la tapa justo el culo, sus calcetines y sus mocasines. No hay rastro de media, leotardo ni nada similar. Allí esta ella, haciendo frente al temporal y a los -2ºC. ¡Todo sea por el Borja de turno, de hoy no pasa, seguro que cae!

El personal masculino del vagón agradece la visión, seamos sinceros. Un señor ya de edad llega a disimular que va a mirar el plano para echar un ojo a la carne lozana. Claro, que con la pinta del señor entiendo que debe llevar muchos años sin ver carne fresca, así de gratis.

Yo sin embargo solo pienso en el tanga de hello kitty de la susodicha. (bueno, ahora que lo pienso, el señor seguramente también estaba pensado en eso).

Ese trocito de tela, gélido y pasmado de frío que estará lamentándose de su perra suerte al haber caído en manos de semejantes propietaria.

        - Adiós tanguitaaaaaa. Se despedía de él, un sujetador de algodón con la serigrafía de la Kitty.

Habían hecho amistad en el lineal de ropa interior de HM. Llevaban toda la temporada deseando ver mundo más allá de esas puertas correderas y confesándose sus deseos más íntimos. Cuando por fín estaban al 50% compraron el tanga.

         - Adiós sujetador, te deseo lo mejor, voy a ver mundo.

Mundo lo que se dice mundo… .A no ser que ahora se le llame así a la pesetona, como decía mi abuela

Y recordando a mi abuela, es curioso que ahora cada vez que veo a una señorita enseñando cacha lo asocie con palabras del tipo riñones al aire y cistitis….  ¿Será la edad? Hmmm, meditaré sobre ello.

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