1.10.12

A mover el culo





Lunes. 10:58 am. Sala del gimnasio. Presentes: señora no menor de setenta años, señorita ociosa bien entrada en carnes y servidora.

Ante mi estupor, aparece un señor rozando la jubilación. Como indumentaria me lleva unos vaqueros, camisa de rayas y sus zapatos castellanos con su cinturón de cuero a juego.

Pestañeo y miro con curiosidad al susodicho. Nos pregunta sonriente si es aquí la clase del “baile ese”. Nos informa de la emoción que le invade por probar esta nueva experiencia. Él nos comenta, es muy aficionado a los bailes de salón. El señor debe ser popular en el lugar, pues la veterana le saluda con júbilo.

Y es que hay que  renovarse o morir. Lo que esta pegando fuerte, lo último que ha llegado a los gimnasios de España es el: ZUMBA. (O como diría Celia Cruz : SUUUUUMMMMBAAAAAAAAAAAAAAA)

Yo que soy una persona bastante “tocapelotas” (las cosas como son) llevo riéndome del “zumba” desde que me entere de su existencia. Y ojo, que me parece muy bien que el personal menee el cucú a ritmo de reggaetón. Pero es que yo no puedo ni con el merengue, ni con la bachata ni con perreo, ni con el “mamita dale duro”.

Pero, como ante todo soy una persona a la que le gusta hablar con conocimiento de causa, y ante la emoción de mi cuñada por esta nueva disciplina, pues hoy he dicho: venga , al lío.

Yo ya había visto vídeos de” zumba” en youtube. Pero creerme, una cosa es ver a una maciza Lizbette, apretada, ceñida y con un culo como burgos, duro como el hormigón, menearse acompañada de un alumnado de buen ver y musculado, y otra es ver lo que había en mi gimnasio esta mañana.

Una joven monitora meneándose, cinco señoras que intentaban no fracturarse la cadera, una señorita rubia de buen ver que tenía la coordinación de Tony Leblanc  en “Torrente”, servidora (sin duda la peor de todas),  mi cuñada dándolo todo y el entregado señor de los vaqueros, que espero no se fuera a por el pan  después de clase, por el bien del panadero y su clientela (por el tema de la sobaka digo).

Resumiendo, si lo que queréis es pasar un buen rato, echaros unas risas, quemar grasa y no os importa escuchar  términos como “pandillero” y “dale duro” durante una hora, os animo a que probéis.  Eso sí, yo que vosotros/as me llevaría un fular, o algo, para no desentonar mucho con el tipo de los vaqueros, porque por el brillo de sus ojos tiene pinta de que no va a perderse ni una clase.

(Aprovecho estas líneas para felicitar a mi cuñada, que de verdad, ha estado impresionante!)

2.7.12

El jaco de diseño





Hoy me he cruzado con un tipo que llevaba un polo Ralph Lauren, de color rojo. Desde el Google maps, se le veía al tío.

No voy a entrar de si me gusta la ropa de esta marca, del público objetivo al que va dirigido y de la calidad de sus prendas. Pero de verdad, ¿es necesario que el logotipo del jamelgo mida como un A4?

Yo no es por joder, pero independientemente del calor que debe dar en la tetilla, ¿Compensa llevar la prenda en cuestión prieta pegada al cuerpo en pleno mes de agosto? ¿Cuánto peso coge eso en la lavadora? ¿Cuántas horas tardan en secarse los 950 gramos de hilo bordado que lleva? Como para unas prisas, oye.

Creo sinceramente que deberían dedicarse a la cría del caballo y comercializarlos directamente.

Yo ya veo la Calle Serrano con todo hijo de vecino subido en frisones y percherones. Total, tal y como está la gasolina sale rentable. Hombre, el bicho abulta, el forraje cuesta una pasta y eso caga que no veas, pero en una plaza de parking cabe fijo y, ¿qué no va a estar el Borja de turno pintón, pintón con su jaco luciendo palmito?

Pero hay una cosa que si me parece muy mal Sr. Lauren y no precisamente que el logotipo se vea desde Soria. Y es que una señora en Camboya se tire dos días y medio tricotosa en mano dale que te pego al caballo para ganarse su ración de arroz con verdura. Por lo menos súbanla el suelo un poco, que digo yo que a una media de 90 pavos el polito, ya le sacan ganancia...ya… o fabriquen en Wisconsin, ¿no son sus prendas rollo total americano? Pues tal y como está el patio, seguro que a sus lugareños les vendría fenomenal.

28.6.12

Pon tu tripa a remojar




Ya está aquí, ya ha llegado, el día más temido y a la vez más deseado, pues el calor aprieta y las tardes se hacen insoportables. Los hogares arden y los aires acondicionados echan humo. Hoy por fin, ha abierto la piscina.

Partamos de la base de que a mí no me van mucho. Yo prefiero más la playa, con su cervecita, las señoras paseando por la orilla (que va fenomenal para la circulación), los señores detrás (dejándose los ojos escrutando bañadores mojados a la caza del pezón erecto), el rico bombón helado, la arena… resumiendo: el rollo playa.

Yo antes no iba casi nunca. Pero desde que soy madre de un mozalbete de 3 años, hay que tener las tardes ocupadas. Ahora, o me voy a piscina o me saco el “bono parque” o me corto las venas. Como odio las atracciones y como lo de morirse en verano me pereza, pues solo me queda la piscina.

Y es que gente en bañador da cósica. El bañador es una trampa mortal donde se ve el grano con pelo, la celulitis, la sobaquera negra, la grasa localizada, las grietas de los talones y la lorza residente. Naturaleza en estado puro. Me rio yo de del Serengueti.

Pero lo que a mi jode realmente no es el hecho de ir a la piscina, es lo cansado que es ir metiendo tripa todo el rato. Y es que en mi piscina, nos conocemos todos.

Por un lado, está el grupo de padres con el que te pasas el año en saros infantiles y parques. Esos padres que resultan interesantes con pantalones y que con la braga náutica son desalentadores.

Y por otro, los machotes con los que compartes clases todo el año. Y es que no os lo he dicho, pero mi piscina pertenece a mi gimnasio.

No sé en quién estaría pensando el individuo que diseño la gran pared de cristal que divide la piscina de la sala de pesas. En su pornográfica imaginación, un musculoso tipo con unos ceñidos rockys y pecho hirsuto se machaca el abdominal mientras una cachorra asciende por las escaleras de la piscina con un mini bikini blanco. Sus miradas se encuentran, el bikini cae…

Pero la realidad es, que tu pasas por delante de la dichosa pared deseando que ninguno te reconozca. Intentando mantener la dignidad niño en mano, cargada con manguitos y toallas. Mientras la braga del dichoso bikini se te mete por la cacha te imaginas sus chanzas.


- (El orangutan 1 piensa): Lo que se revienen los cuerpos.
- (El orangutan 2 piensa mientras se rasca el culo): Con mallas daba el pego, es una lástima.

Este año ya no tiene remedio, ya hemos pagado la cuota familiar, pero sinceramente os digo que me estoy planteando seriamente sacarme el “bono parque” el próximo año. Mi lastimado ego me agradecerá.

7.6.12

Girls night out: del costurero al vino de pitarra



Señoras y señoritas, que sepan que quedar con las amigas una noche para tomar unas tapas, ponerse ciegas de cañas, despotricar contra jefes, compañeras o parejas indeseable y quejarse del tamaño de los culos de las presentes, forma parte del pasado. Ahora lo que se lleva es el “Girls night out

Yo de verdad, debo estar muy viejuna. Añoro mis pedos malasañeros, y cuando una vez cada cinco años me pillo uno con mis colegas, me siento realizada, plena y me compensa el resacón espantoso de los días siguientes. ¿Pero de verdad es necesario tomarse un vino y hacer macramé con mujeres desconocidas para ser trendy y cool?

El caso, es que debe ser muy molón, porque no paran de apuntarse girls a estos saraos. Y las hay de todos los estados civiles oiga, eso sí, en su mayoría madres y casi todas profesionales libres y emprendedoras.

Y es que esto de salida nocturna de chicas (puesto así en la lengua de Cervantes mola menos y suena a coqueteo, arpias y minifaldas) va de esto: te juntas con unas friends y te vas con otras girls a crear, por ejemplo, tus propias sales de baño o tus propias joyas hechas con miga de pan, vinilo, plástico e incluso materiales tan desconcertantes como el flúor.

Si, habéis leído bien: flúor. Y es que de todos es sabido que cuando te dejas la pasta de dientes abierta eso se reviene.

Aquí no se tira nada chicas, hay que dejar volar la imaginación y ser creativas.

Pues a mi a creativa no me gana ni Dios.  El próximo día que abra los paquetes de fiambre y me encuentre las esquinas del queso resecas, el fuet como la mojama y la tripa del chorizo de Pamplona tan tiesa como Wald Disney, pienso usarlo para organizar un taller. Eso sí, indispensable ponerle un nombre en inglés.

En mi Cold cuts party night se va a poder hacer collares divertidos y comestibles para todos los gustos, creencias y religiones. Si hay musulmanas, pues a crear a base de cecina. ¿Qué no va a molar hacer tu propia bisutería y luego pasarla por el gaznate con un buen vino de pitarra?

¡Si al final le voy a pillar el gusto a esto!



  

6.6.12

Ictioterapia: los pescados se ponen ciegos


 
¿Y esto qué es lo que es? Pues básicamente, esos cubos de cristal llenos de peces donde el personal mete los pinrreles.

Pues al parecer es la releche oiga. Los pobres pescados se dedican a dar buena cuenta de todas las cosas muertas y desagradables de los pies, y a segregar unos jugos que los dejan como los de un recién nacido.

Y este trabajo tan gratificante no lo puede hacer cualquier animal, solo pueden desempeñarlo unos peces turcos que no tienen dientes sino ventosas, llamados Garra Rufa.

La verdad es que luego nos quejamos, pero vaya trabajo más chungo tienen estos desgraciados. Qué por mucho hambre que tengan, cuando vayan por el quinto pie del día deben desear ver un alga con toda su alma.

Una vez presencié algo que todavía me pone los pelos de picos pardos cuando lo recuerdo. En un centro comercial habían montado un tinglado de estos. Unos bancos de madera junto con doce tanques llenos de estos esclavos acuáticos. La señora que iba a pasar, tenía unos talones que no habían visto una piedra pómez en su vida.

-         (Señora con los talones como el Cañón del Colorado): Y es que no sabes tú que bien te dejan los pescaos los pies, ni la lima esa que compre el otro día en el chino. ¡Y qué gustirrinín dan!

-         (Señora acompañante): ¿Si? Es que a mi me da repelús eso de los bichos, la verdad es que a mi no me gustan los bichos en general, bueno, solo me gustan los toros.

Yo no quise mirar a los ojos de esos resignados pececillos, conocedores de su destino inmediato al ver caer el primer  pinky al suelo. La verdad es, que flipé un poco y recuerdo que pensé, que por muy profesionales que fueran esos bichos, esos pies no los arreglaba ni la mas voraz de las pirañas del Amazonas.

Pero ojito, que dicen las malas lenguas que en algunos sitios están suplantando a los Garra Rufa por otros peces idénticos pero con piños. Total, que esos te pueden clavar un incisivo en el callo y dejarte la extremidad en peores condiciones que antes de quitarte los calcetines de tenis.


Y pachasco, los usurpadores son “made in china” Y ya sabéis lo bien que copian los chinos todo. A ver como sabes tu si el pez es chino o turco. Como no le pidas el pasaporte… Lo que está claro es que los chinos con bien que copian van a dejar sin trabajo hasta a los pobres Garra Rufa





4.6.12

"Winter is coming"



Tranquilos seguidores de la saga, no pienso desvelar nada, solo quiero compartir mis inquietudes con vosotros.

 Juego de tronos cayó en mis manos hace un par de meses. Devoré con ansia los tres primeros tomos. El cuarto, me ha costado un poco más, pero este sábado lo finiquité.

Hay una cosa básica que cualquier fan de Juego de tronos debe saber para ahorrarse disgustos en el futuro: hay muchos personajes y cuando te encariñas con uno, van y se lo cargan. Y así todo el rato hasta el infinito.

Llega un momento que, como ya no queda prácticamente nadie que conoces pues te empiezan a contar la vida y milagros de Ser Rufus, Lady Gandris, la ruina de la Casa Sandor y asín hasta el infinito (por mucho que mires la interminable lista de las últimas páginas, a veces es imposible aclararse)

No dudas de su nobleza y honestidad, pero ... ¿Quien coño son? ¿Serán importantes¿ ¿Sobrevivirán a sus hijos?

Y empiezas a rezar para que lo que te están contando no sea muy relevante, pues eres incapaz de memorizar los nombres de tanta gente, y si el señor padre de Lady Wilfred fue asesinado o si decidió meterse a Bardo.

El caso es que a pesar de este pequeño inconveniente. Juego de tronos. Mola. Mola mazo.

Ahora, estoy esperando a que salga el quinto libro en español (para eso me quedan dos meses). Me he hecho un breve resumen de algunos de los personajes, para saber en que situación se han quedado, pues vaticino que ubicarse luego será una tediosa labor.

Amigos, estoy deseando engullir el quinto volumen y saber si Lord Cagalis se casa con Lady Morrins y si la niña de la Casa Gormiti consigue llegar al trono de hierro junto con el  chaval ese que está en la tapia. Si, hombre, ahí donde hace un frío que pela. Porque ya lo dice el lema de la Casa Stark:  echar una rebeca a la alforja que parece que refresca. ;)

29.5.12

Manolo G. jugó “ESTREÑIDO” hace un momento




Día: un jueves cualquiera. Hora: 12:35 PM. Lugar: mi dormitorio.

Y ahí estaba yo, intentando colocar la jodida Z. Que si, te da muchos puntos, pero anda que no es chunga de poner. Era cuestión de orgullo, esta partida la ganaba por mis inexistentes pelotas.

A mi lado, un señor en calzoncillos se empeña en darme la noche. Ha colocado en la casilla de triple letra la deseada “X”. 78 puntos de vellón, así como quien no quiere la cosa.

Sería más sensato volverme y partirle la cara, pero no, uso el chat y le pongo: "capullo". 
Él me contesta: "te jodes".

Aparte de jugar con mi marido, juego con mi cuñada, mi suegra, una amiga que hace años que no veo, un colega de mi hermano y mi compañero de curro. Seis frentes abiertos, puedo con todos, el caso es demostrar que Cervantes a mi lado es como un niño de 3 años.

Y así llevamos ya tres noches seguidas.

No me siento muy orgullosa de confesar estas cosas, pues la falta de sueño ya me está pasando factura. Pero creo sinceramente que, esto no puede ser peor que cuando me enganche a “la granja”.

Plantaba la remolacha, recogía la remolacha, pillaba un espantapájaros, visualizaba la granja de mi vecina y le enviaba un mensajito: "Tronca, se te seca la berenjena".
Ampliaba la granja, pillaba cosechadoras, adquiría vacas, ovejas y cabras, hacía un redil. Mi granja llego a ser como Oklahoma, casi me dan fondos de la Unión Europea.

Al final, llego a convertirse en un trabajo. El día que puse el despertador a las tres de la mañana para recoger mi cosecha decidí que había tocado fondo. Seis horas después con todo el dolor de mi corazón e ignorando las amenazas de amigos adeptos, mi granja fue eliminada.

Yo se que esto me va a pasar con “apalabrados”, mañana me borro la aplicación. Total, pudiendo estar leyendo, cocinando, haciendo deporte, paseando, tomando cañas e incluso trabajando, no merece la pena estar pendiente de si mi cuñada ha puesto: "almorrana" o "garrapiñados".

Mañana fijo lo dejo, en cuanto acabe con ella, lo prometo, de mañana no pasa….





28.5.12

Cosas que odio: Charlie Rivel


Queda oficialmente inaugurado este apartado de mi blog denominado: cosas de odio.

Esto no es una idea original, se la he copiado a John Waters de su libro “Majareta”, pero es demasiado jugosa para dejarla escapar. Sobre todo viniendo de una persona como yo, que odia mogollón de cosas.
 
Hoy os hablare de ese patético payaso llamado: Charlie Rivel.

Qué conste, que a mi ese señor a nivel personal nunca me hizo nada, y no dudo que acogiera cachorritos descarriados en su domicilio. Pero es que era verle con la silla acuestas y ponerme de los nervios.
 
Lo aborrezco desde niña.  Si lo ponían en algún programa infantil, ya me habían jodido la tarde. Porque cuando yo era pequeña no había cientos de canales infantiles, Internet y dvds. En mi época o tragabas con lo que había,o tu madre te quitaba la tele.

El caso, es que mi odio hacía este páyasete era irracional, pues yo veía a un anciano pintarrajeado con camisón, lento, cansino y que no abría la boca. Ni que decir tiene que, cuando sacaba la guitarra y la silla era la combinación letal del sopor.

Yo sabía que ese tipo algo escondía, me daba mala espina, sabía que no era trigo limpio. Y es que señoras/es, hay un dato relevador sobre este señor que ha hecho que mi odio hacía él se dispare.

Me he enterado de que el divertido personaje, era simpatizante de los nazis y que trabajaba para el Tercer Reich. En plena guerra mundial, llenaba diariamente el teatro Scala de Berlín, llegando a actuar para tipejos de la calaña de Goebbels o el mismísimo Hitler.

Ay Charlie…(”suspiro”)  ¿Nunca te paraste a pensar en la opinión de los niños cuando se enterasen de cuales eran tus compañías?  Lástima que nunca te cayeras de la silla para que llorases por algo.

22.5.12

BANCOTRÓN: el banco malino



Hoy venía escuchando la radio y me he quedado piqueta con la noticia de la posible creación de un “banco malo”.

Como estaba sorteando vehículos en la M-30, he considerado que tal vez no había entendido bien, así que rauda y veloz me he puesto a indagar sobre el tema en cuanto he salido del coche.

Más que nada, he dejado volar mi imaginación y me ha parecido súper divertido eso del  “banco malo”. Molaría ponerle un nombre, como: BANCOTRÓN.

Ya me estoy imaginando la imagen del banco: un edificio lanzando rayos sobre el personal y masacrando a la población rollo godzilla.

Si no he entendido mal, esto se hace para impedir que los bancos se sumerjan en más pérdidas y tengan que pedir dinero a mansalva. Todo ello con autorización del Banco de España, que les deja pasar partidas tóxicas al Bancotrón.

¿Partidas tóxicas? ¿Qué no mola? Las llamaremos Toxipartidas.

Las toxipartidas son: los pisazos que antes valían a 300.000 y ahora valen a 98.000, los créditos que se concedían a un señor de Burgos para que se comprara un Volvo (y ahora no puede devolver). En fin, todo un arsenal de esos productos que se nos ofrecían con ansia, porque eran la oportunidad de nuestras vidas.

Bancotrón puede con todo, porque es la hostia el tío de poderoso. Y además siempre esta el Estado para hacerse cargo de una gran parte de esas toxipartidas. (¿El estado? ¿Pero esos al final, no somos nosotros?)

Pero ojo, se insiste, que esto se ha hecho en mogollón de países con éxito, y que no solo beneficia a los bancos que la han cagado con sus excesos, si no también a la ciudadanía, ya que nos pueden volver a dejar pasta para comprar cosas.

Y yo me pregunto, ¿Cuál será el final de Bancotrón? ¿Explotará en si mismo, desbordado por las toxipartidas? Yo no entiendo nada.

La verdad es que no tengo ni idea de economía y flipo. Pero me quedo con lo bueno: Bancotrón, que ya ha pasado a formar parte de mis villanos favoritos.





21.5.12

El cocidito de mi mamá



Hombres y mujeres somos diferentes es innegable. Y puedo comprobarlo  todas las santas mañanas.

Mientras nosotras llevamos al trabajo nuestra bolsa de Zara o similar, algunos señores oficinistas llevan, literalmente: una tartera envuelta en una bolsa de plástico (del Mercadona o de la tienda de pollos de su barrio) con su nudico y todo, tan monos ellos.

Cuando les veo caminar con su traje y con la manita levantada, sosteniendo la bolsita a modo de medio kilo de pasteles me parece tan obsceno como si llevaran la bragueta abierta.

Vale que las tías podemos llegar a ser muy coñazo. Y vale qué muchos tíos pasan de todo, pero hombre de Dios… ¿Tanto cuesta meter el tupper en una bolsa digna? ¿Es mucho esfuerzo usar una bolsa de papel, una mochila o algo que disimule un poco el contenido?

Ante semejante postal, cuesta alejar el pensamiento del interior del recipiente en cuestión. Y cruzas los dedos para que no sea pescado en salsa. Que nadie duda que la merluza que compra ese señor sea de La Coruña y fresquísima, pero desde luego ese día se va a hacer muy popular en el comedor de su empresa.

Otra cosa es, que conociendo a los hombres sea cuestión de huevos. Y les guste alardear del cocido de su madre, las alubias con perdiz de su suegra o el potaje de su señora.

-         (Oficinista  alardeando): Hoy judías pintas con panceta, con dos cojones. ¡Y en el tupper grande! Y sí, ¿que pasa? con media barra de pan.

En los microondas el comedor de mi empresa he llegado a ver cosas que dejan a Brain Dead a la altura del betún. Pero eso es algo de lo que hablaré en otra ocasión.

Resumiendo: ¡Señores, consuman, gástense el dinero en spf o similar, que aparte de ser bueno para la crisis, les regalan la bolsa!

17.5.12

El poder de la gallina





-         (Persona): ¡Qué no madre, que yo NO me quedo en el pueblo!

Este ha sido el grito de guerra, de millones de españoles que buscaban un futuro en la grandeza y las posibilidades de la capital.

Viene a mi mente, una escena de una película “La ciudad no es para mi” , con un Paco Martínez Soria, boina en mano, escudriñando señoras de buen ver con mirada de éxtasis.

Y es que debe ser la leche, salir de tus cuatro casas en la estepa castellana y cambiar las gallinas por un Madrid, con sus edificios monumentales, sus teatros y sus restaurantes.

Mi madre fue una de esas personas que buscaban una vida mejor. Y gracias a su esfuerzo, yo he nacido en Madrid (con su Malasaña, su metro, sus muchos amigos…) pero también he tenido pueblo (con su campito, su familia, sus animalicos, sus bicicletas en verano…)

Ese pueblo al que ahora vas de pascuas a ramos a ver a la familia, y te ponen una lechuga y un par de huevos fritos y se te saltan las lágrimas.

Entonces empiezas.

-         (Servidora): Joder, que tranquilos vivís aquí, yo estoy harta de los atascos, del ruido y de no tener tiempo para nada. ¡Madre del amor hermoso, estos huevos están cojonudos!… ¡mira tu que tontería y qué cosa más rica, me cago en tó!

Tras los huevos, llegan las rosquillas, luego paseico con el campo y ala, de nuevo a la urbe, que cuando ves los edificios de al lado de tu casa, te dan ganas de llorar.

Así que la urbanita empieza a hacerse la reflexión de turno. Una reflexión parecida a la que te haces cuando estás de vacaciones una playaca en el culo del mundo, comiendo gambas medio en pelotas todo el santo día, y ya te ves súper integrada en el medio. Allí ganándote la vida recogiendo mejillones o algo.

Pues esto es lo mismo. Pero el pueblo gana. En el pueblo, están las gallinas. Y las gallinas ponen los huevos.

-         (Servidora): ¡Qué no mamá, que yo me piro al pueblo!

-         (Sra. Madre): ¡Pero tú te lo has pensado bien, no sabes lo que es estar allí todo el día viendo aceitunas, que tú estas muy acostumbrada a entrar y salir!

-         (Servidora): Me la rasca, además ahí ya hay  wifi.

Hoy he tenido un sueño. En ese sueño, llamaba al banco y les decía que se metieran mi piso por un lugar oscuro, hediondo y pequeño.

El señor del banco híper ventilaba.

          - (Servidora): No se preocupe hombre, ¡si está monísimo, qué lo he reformado y parece de revista!

Luego llamaba a mis amigos a los que ya casi no veo porque nunca tenemos tiempo para nada.

-         (Servidora): Chicos, que la próxima en mi nueva casa, que voy a poner una barbacoa y nos vamos a poner como el tenazas.

Luego todo venía todo rodado. Pillaba una casa de esas prefabricadas y la ponía en mi parcela llena de olivos, con su huerto, la barbacoa, las gallinas… y los huevos. Esos huevos tan cojonudos…




11.5.12

Adiós Menú del Día




Imaginaros la típica mañana en el trabajo. Eterna, aguantando reuniones interminables, al cliente de turno, jefecillo o compañera trepa y marrones varios.

Por fin llegan las dos. Te metes al baño, te plantas la camiseta de romper la pana y a mover el cucú.

Adiós menú del día por 9,25 con su sopa castellana y escalope con patatas. Hola Lunch Beat.

¿Y esto de que va? Pues esto, es un rollo guay que se ha inventado una señorita en Estocolmo, donde en vez de ponerte ciego a pan mientras esperas que te traigan la sopa de cocido, te dedicas a mover el body a ritmo de musicote.

Te echas unos bailes, no engordas, descargas adrenalina, tonteas con el compañero y sobre todo te lo pasas bien. ¿Qué no mola todo?

El Lunch Beat, se esta extendiendo como la pólvora por el norte de Europa. Tal está siendo su éxito, que han tenido que inventarse unas cuantas normas básicas para mantener el espíritu del cotarro.

Lo que yo no tengo tan claro es que en España seamos coherentes con el rollete. Yo vería más posibilidades que aquí arraigara si la gente pudieras llevar su propio Tupper. Si se pudiera tomar café y un orujo como Dios manda después de comer.

Claro que luego, se nos calentaría el hocico. Que de todos es sabido que en España nos gusta mucho la fiesta y al final llegaríamos pedo a la oficina (eso suponiendo que volviésemos) y el tema se degeneraría bastante.

Y además, hay una cosa clave. La norma nº 8 del Lunch Beat, dice que “en todo Lunch Beat, el agua tiene que ser gratis”.

Eso iba a ser el paraíso de los jubilados…


10.5.12

El potencial de la mortadela de aceituna


Estoy mas que harta del temita de la crisis. Y no solo porqué tenga la constante sensación de que un gigantesco meteorito en llamas vaya a estrellarse contra la península ibérica, acabando con la sociedad tal como la conocemos.

Lo que me toca las narices es ese panfleto que todos los días nos cuentan sobre: hay que reinventarse a sí mismo.

Asumamos el cambio como una oportunidad. Tenemos que adaptarnos a la nueva realidad. La crisis nos benefician porque despiertan nuestra imaginación. El futuro es para los emprendedores.

Estos, son solo unos pocos ejemplos de las frases que nos venden a todas horas los medios.

Así que yo no paro de darle vueltas al temita y exploto al máximo mi creatividad. Poner una mercería es cosa del pasado. Ahora lo imaginativo y lo emprendedor es lo que marca la diferencia.  

Finalmente, descarté el proyecto de la tienda de pollos asados,  las pollitas. Establecimiento que iba a ser atendido por señoritas que enseñarían “las pechugas”. Estaba bien para los viejos de mi barrio, pero se me quedaba corto de miras.

Definitivamente mi negocio va a ser: la cría de koalas.

¿Y porqué  Koalas y no gacelas thomsons por ejemplo? Pues porque los koalas son bichos pequeños, solitarios, se mueven poco, despiertan ternura y no son caros de mantener.

Y fijo que triunfo porque además voy a petar la red de koalas. Los distribuiré a través de Internet a nivel mundial (menos a Australia, claro) y se podrá pagar por paypal, como Dios manda.

En fin… ¡qué pena me da la gente que no es tan creativa como yo! Sinceramente, con estos tiempos que corren  no se a que se van a dedicar.

Supongo que para esas otras  personas usar la imaginación será quitar las aceitunas de la mortadela y ponérselas a la ensaladilla rusa.

4.5.12

Feliz Cumpleaños "Lorza residente"



El teléfono suena otra vez. Las cinco últimas llamadas han acabado de forma casi idéntica:

-         (Prima segunda): Anda no te quejes… ¡Qué peor es no cumplir años!

¿Qué me quiere decir?  ¿Que es mejor no morirse? ¡Pues hombre claro que es mejor no morirse! Si puede una elegir una, claro.

-         (La muerte): Buenas. ¿Nos vamos?
-         (Servidora): Joder, ¿y tiene que ser hoy? Es que justo hoy…
-         (La muerte): Mujer, es que hoy se acaba su año mortal y me viene fenomenal de cara a rellenar papeles. Realmente le tocaba el día 13, pero total, son diez días que no van a ningún sitio.

Pues hombre, visto desde este punto de vista… si, prefiero no morirme y asumir que me llamen señora, Hacer eso en el espejo de estirarte los mofletes para atrás y resignarme con el tema de la lorza residente.

Seamos sinceros. Si a mí lo que me jode no es cumplir años. Lo que me jode, es cumplir años de mala manera.

Yo supongo que cuando eres una estrella de la pantalla (con tu botox, tus masajes, tus cremas de a 8000 y tus modelitos de a 1500) pues no será lo mismo.

Qué sale la “Pe” en la revista de turno con un súper primer plano y piensas: “Qué hija de puta”. Y luego: “Anda, que no llevará esto retoque…

Pero en el fondo de tu alma sabes, que si te hicieran a tí ese primer cruel primer plano no habría filtros de photoshop en el planeta tierra que te quitaran las ojeras.

Y de pronto, te acuerdas cuando ibas a un disco/pub de esos y el tipo de la puerta te pedía el carnet.

Tú ibas tan pintada como una puerta. Que cada pestaña te pesaba casi como un cartón de leche. Embutida en tus mejores galas, ignorando el frío. Que ya podía ser diciembre que la minifalda caía fijo, y con media de la fina. Tú eras súper adulta,  pedirte el carnet era el mayor agravio que se te podía hacer.

Valiente idiota era. Ahora hasta pagaría por pasar delante de una obra y escuchar cualquier barbaridad.

Lo achacaré a que ahora no hay casi obras. Con esto de la crisis…

30.4.12

La culpa fue de la Plastic Chair





Maldigo el día en que mi jefe me encargo la decoración de la planta ejecutiva, guay, mega y súper vips de los cojones, del edificio donde trabajo.

Yo vivía feliz con mis muebles de Ikea. Con mis platos iguales a los de la mitad de la población de Estocolmo. Ponía mis libros en mis estanterías “Billy”. Me tomaba mi cafetito en mi mesa “Lack” y mi culo descansaba placidamente en mi sofá “Poang”, 

Yo entraba en casa. Tiraba el bolso por cualquier sitio, me quitaba las botas, me abría un botellín y ala…. ¡hogar dulce hogar!

Que mi hijo de tres años abordaba el salón con el caballo de madera al más puro estilo Ben-hur,…no pasaba nada.

Pero aquel nefasto día, mi jefe me jodió la vida.

Descubrí un universo de tejidos, de moquetas, de paneles japoneses, descubrí al creativo matrimonio “Eames”, el sillón Barcelona, la moda Vintage y las jodidas sillas de “Vitra”.

A veeeeeeeeeeeer, que no soy tan ignorante. Realmente yo ya sabían que estaban ahí. Soy diseñadora. He estudiado a Le Corbusier, y a la Bauhaus, y como a todo el mundo le gusta lo caro.

El problema es que empecé a necesitarlo.

-         (Servidora): Marido, tengo un nuevo plan para el salón. ¿Ves esta mesa a la que tanto cariño tienes por que la trajiste de tu casa cuando te mudaste a la mía? Pues dile adiós. He visto otra maravillosa y divina que hará juego con las nuevas sillas que vamos a comprar.

-         (Marido):  Pero, en sí misma, ¿esa mesa que es lo bueno que tiene? En relación a la que tenemos ahora digo… (pensamiento práctico masculino)

-         (Servidora): ¡Pues una diferencia brutal hombre! La otra es mucho más mesa, una señora mesa. ¡Una mesa como Dios manda!

El día que llegó la mesa se me saltaban las lágrimas. Pero aún así, para mi, mirar la mesa era como ver
a Charlize Theron en la sala de espera del ambulatorio de mi barrio.

-         (Servidora): Definitivamente hay que cambiar la pintura de esta pared. Es vital para que la mesa se sienta bien con su papel de mesa. No destaca suficiente.

Los primeros día daba gloria llegar a casa. Yo contemplaba y me deleitaba. Miraba la mesa. No había nada más. Ella y yo. Las sillas y yo. Ellas en su conjunto y yo.

Al cabo de un mes, la mesa tenía encima: trozos de galletas machacadas, el iphone, el iphad, mi bolso, las llaves, cochecitos, un calcetín, recetas de la farmacia y algunos tickets de la frutería.

Tras el “incidente”, decidimos ponerle un mantelito acolchado por encima para que la pobre mesa no saliera muy perjudicada de los envistes de mi hijo.

Tras el otro “incidente”, decidimos dejar un triste hule puesto todo el rato. Pues no se si sabéis que la madera cuando se moja se hincha.

Entre nosotros. Confesaré que echo de menos la otra mesa. Con tanta cosa encima, no noto mucha diferencia con la anterior. Pero por favor… no se lo digáis a mi marido.


 

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